La obra maestra de Pixar, “Up: Una Aventura de Altura”, es conocida por su capacidad para conmover a las audiencias con su narrativa emotiva. Sin embargo, la película se convierte en un relato aún más conmovedor cuando se entiende la historia de Colbyn Curtin, una niña de 10 años cuyo último deseo era ver este film animado.
El Encanto de ‘Up’ de Pixar
Lanzada en junio de 2009 y dirigida por Peter Docter y Bob Peterson, “Up” narra las emocionantes aventuras de Carl Fredricksen, un vendedor de globos jubilado. Después de enviudar, Carl decide cumplir la promesa hecha a su difunta esposa y emprender un viaje a América del Sur. Sin embargo, su enfoque inusual, atando globos a su casa, da paso a un conmovedor encuentro con Russell, un optimista niño explorad
or.Días antes del lanzamiento de la película, la salud de Colbyn se deterioró considerablemente. Ante la falta de una silla de ruedas alquilada para hacer realidad su deseo, un amigo de la familia, Terrell Orum, se comunicó directamente con Pixar y Disney. Les narró la historia de Colbyn y su último deseo relacionado con “Up”.
Pixar respondió enviando una copia de la película directamente a la casa de Colbyn, junto con muñecos de peluche y productos de los personajes. La pequeña tuvo así una proyección privada de “Up”.
El Cumplimiento de un Último Deseo
En un acto de compasión, un empleado de Pixar llevó la película a la casa de Colbyn. Aunque la niña ya no podía abrir los ojos, su madre describió las escenas de la película mientras esta se proyectaba. Al finalizar, le preguntó si le había gustado, y Colbyn asintió con la cabeza.
El empleado, con lágrimas en los ojos, dejó en la casa de Colbyn una réplica del libro de aventuras de la película. Horas después de ver “Up”, rodeada de sus padres, Colbyn Curtin falleció. Su madre expresó que, para ella, “Up” significaba que Colbyn ascendía al cielo.
Un Legado Emotivo y un Recuerdo Duradero
El gesto de Pixar al cumplir el último deseo de Colbyn Curtin añade una capa adicional de emotividad a la película “Up”. La historia de Colbyn sirve como un recordatorio conmovedor de la importancia de los gestos bondadosos y cómo las películas pueden trascender la pantalla para tocar vidas de maneras profundas e inolvidables. Cada vez que vemos “Up”, no solo experimentamos la magia de la animación, sino también el recuerdo de una niña que pudo ver su película favorita antes de partir.
